El cáñamo es un tesoro de bienestar.
El cáñamo (cannabis sativa L.) es una planta milenaria con muchas virtudes. Nuestros productos le ofrecen soluciones 100% naturales a sus problemas de estrés, sueño, dolor y para dejar de fumar.
Gestión del estrés
En el ámbito psicológico, los cannabinoides y terpenos tienen propiedades relajantes, reduciendo el estrés y la ansiedad, así como los ataques de ansiedad que a menudo provocan problemas de sueño. El CBD es un gran aliado para ayudarte a redescubrir un estado de bienestar interior.
Mejora del sueño
El CBD y los demás principios activos contenidos en la flor de cáñamo (cannabinoides y terpenos) ayudan a conciliar el sueño más fácilmente, lo que se traduce en un sueño profundo y reparador.
Alivio del dolor
Los cannabinoides y terpenos tienen reconocidas propiedades antiinflamatorias. Así, el CBD tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias, lo que le permite aliviar ciertos tipos de dolor, ya sea periférico, centralizado o neuropático.
Ayuda para dejar de fumar
Las propiedades ansiolíticas del CBD confieren a esta molécula un potencial real para ayudar a las personas a dejar de fumar y otras adicciones. Nuestras exclusivas mezclas de plantas, uno de los pocos sustitutos del tabaco existentes en el mercado, ofrecen una alternativa natural y sin nicotina para ayudarle a afrontar el reto de una vida sin tabaco.
Fuente: Santé Mag
El cáñamo es un tesoro para nuestro medio ambiente.
El cáñamo tiene una serie de propiedades ecológicas: es una planta de residuo cero que no necesita productos químicos ni riego para crecer.
Fitorremediación
El cáñamo puede utilizarse para regenerar suelos, mejorando la retención de agua, la fertilidad y el suministro de nutrientes. Su alta densidad por m2 y su rápida tasa de crecimiento hacen que se supriman las malas hierbas, dejando un campo limpio para el siguiente cultivo. Esta planta milagrosa es, por tanto, útil para el desarrollo de la biodiversidad regeneradora.
Una huella de carbono negativa
Gracias a la fotosíntesis, la planta de cáñamo es capaz de almacenar cantidades considerables de carbono en sus tallos, raíces y suelo circundante. En consecuencia, su producción tiene una huella de carbono negativa: el cáñamo absorbe más CO2 durante su crecimiento que el que emiten los equipos utilizados para procesarlo y transportarlo. Según un estudio reciente del Centro de Innovación de Materiales Naturales de la Universidad de Cambridge, la planta del cáñamo puede capturar CO2 con el doble de eficacia que los bosques.
Por tanto, el cáñamo podría ayudarnos a superar algunos de los grandes retos a los que nos enfrentamos, como la lucha contra la contaminación del aire y del suelo y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.